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A menudo intentas pensar en cómo decir algo en inglés y no puedes. Luego vas y buscas en el traductor, encuentras el término en inglés y piensas: ¡vaya, lo sabía!

Esto es normal. Probablemente ya has visto u oído esa palabra antes, pero aún no has tenido suficiente exposición a ella. Y esa exposición ocurre al escuchar y leer mucho en inglés. ¡Mucho, de verdad!

Cuando absorbes una gran cantidad de contenido a través de la lectura y la escucha, tu cerebro comienza a ser capaz de identificar esas palabras y expresiones en un texto, una canción, una conversación.

Esto se debe a que lo absorbe y almacena, especialmente cuando ocurre una repetición en diferentes contextos. Por lo general, solo después de esa repetición, de ese ciclo, tu cerebro absorbe completamente esa información. Y eso queda disponible para que lo uses en tu entrenamiento oral.

Cuando tienes un buen nivel de comprensión, naturalmente puedes decir muchas cosas. Esas palabras que entiendes están almacenadas en tu cerebro. La mayoría de las veces, ni siquiera recuerdas de dónde provienen y cómo aprendiste esa expresión, pero está ahí, lista para que la uses. El investigador y lingüista estadounidense Stephen Krashen habla mucho sobre esto.

Un estudio realizado por Krashen comparó el rendimiento de algunos alumnos, dividiéndolos en dos categorías, y los representó en la siguiente imagen de la siguiente manera:

• Las barras verdes representan a los alumnos que estudiaron centrándose en la absorción de contenido.
• Las barras moradas representan a los alumnos que estudiaron enfocándose solo en la gramática.